El Cigno final

Acassuso 1-Flandria 1


LA SINTESIS Estadio: Platense (local Acassuso)


Horario: 15:30


Fecha: 02 de abril de 2011


Público: 500 personas aprox.


Acassuso: Gustavo Ruhl; Nicolás Fonzalida, Rodrigo Alonso, Mario Musson, Rodrigo Chao; Federico Carneiro, Lucas Mazzulli, Marcos Bellieri; Gustavo Sever; Alfredo Abalos y Leonardo Romero. DT: Fabián Nardozza.


Suplentes: Maximiliano Peruscina, Ezequiel Vicente, Pablo Manchini, Gonzalo Juárez, Maximiliano Plante, Jonathan Hansen, Damian Gómez.


Cambios: 62m Maximiliano Plante x Gustavo Sever, 66m Pablo Manchini x Marcos Belieri, 79m Ezequiel Vicente x Rodrigo Chao.


Flandria: Maximiliano Gagliardi; Walter García, Matías Passarelli, Francisco Mattia, Luciano Castillo; Alejandro González, Fernando Cigno, Hernán Parentini, Abel Sandoval; Mariano Barbieri y Diego Toledo. DT: Sergio Rondina.


Suplentes: Alejandro Calabria, Lucas Montero, Leonardo Harkes, Manuel García Olmos, Diego Yanzi, Nahuel Díaz, Federico Lousa, Julián Alarcón, Alejandro Noriega.


Cambios: 54m Alejandro Alejandro Noriega x Mariano Barbieri, 60m Diego Yanzi x Abel Sandoval, 63m Leonardo Harkes x Luciano Castillo


Arbitro: Julio Barraza.


Líneas: Andrés Prendel y David Idiart.


Goles: 03m Gustavo Sever (A); 94 Fernando Cigno (F). Amonestados: Chao, Mazzulli (A); Toledo, Passarelli, Gagliardo, Noriega.


La Figura: Nahuel Díaz (F) Comentario:


Con un tanto precoz, así arranco ganando Acassuso gracias a la maniobra individual de Abalos (el mejor del local) que eludiendo rivales cedió para Sever y ante la salida de Gagliardo ponía el uno a cero, que sorprendía a propios y a extraños. Pero Acassuso lo fue justificando por la presión que ejerció en toda la cancha y las situaciones que dispuso. Con un gran trabajo del mediocampo sustentó este uno a cero parcial, porque inconexos Sandoval y Cigno en la visita, el que fue ganando espacios fue Acassuso gracias al buen trabajo de Carneiro y Abalos. No daba garantías el fondo de Flandria y esto no pudo ser capitalizado por el local que contaba con una austeridad en los metros finales, porque en la concepción de la jugada rozaba la perfección, pero adolecía precisamente de contundencia. Por su parte Flandria era solo pelotazos intrascendentes y Ruhl no tenía problemas para descolgar todos los centros. En un corner ejecutado por Abalos, fue Musson quien se lo pierde en forma increíble luego que su cabezazo rozara el palo izquierdo, mas tarde Abalos no pudo rematar cómodo y permitió la estirada de Gafliardo impidiendo que subiera el tanteador. Por suerte para Flandria con la diferencia de uno a cero termino el primer tiempo, porque el local era merecedor de un gol más. En el amanecer de la primera parte casi Romero factura cuando le ganó en un cruce a Passarelli y se obnubiló entrando al área y Gagliardo tuvo un segundo para tapar el arco y el remate del delantero salió desviado, en la jugada siguiente Abalos se pierde el tanto cuando su disparo salio desviado estando en inmejorable posición para convertir. Entonces Rondina demostró toda su habilidad como técnico e hizo ingresar a Harkes, Noriega y Díaz. Este último precisamente agarró la lanza y se mando al ataque, contagiando a sus compañeros de un ímpetu desorbitado. Pero por ese desorden al atacar casi la paga caro y en dos contragolpes calcados Plante y Vicente malograron sendos manos a manos. Pero Díaz se encargó de emparejar las acciones de riesgo y tuvo dos claras, pero falló en la puntada final. Cuando el partido se moría, en los cuatro minutos del adicional, una buena combinación entre Díaz y Harkes deriva en un centro que Cigno con un potente remate revienta el travesaño y la pelota dio una especie de parábola e ingresó al arco transformando en el gol del empate. Milagroso el punto logrado por los de Jauregui e increíble lo que dejó Acassuso en el camino puesto que lo tenía controlado y no lo supo resolver con todas las situaciones que contó. Pero en honor a la verdad este partido lo empató la audacia de Rondina, al cambiar la línea defensiva y sumar mas volantes. Los dos intentaron ganar el partido y hay que brindar por esa intención de no rendirse nunca.


Mariano de Luzuriaga

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