Cero al as

Platense 0-Chicago 0
LA SINTESIS
Estadio
: Ciudad de Vicente López (Platense)
Horario: 21 horas

Fecha: 4 de Marzo de 2011
Público: 4500 personas aprox.

Platense (0): Iván Noy; Julián Cano, Ramiro Fassi, Silvio Duarte y Gastón Schmidt; Lucas Pusineri, Nicolás Torres, Cristian Lillo (80, Brian Robert) y Juan Manuel Olivares; Maximiliano Castano (56, Walter Quintana) y Facundo Diz (71, Marcos Cáceres). DT: Mauro Navas.
Suplentes: Matías López, José Barreal, Tomás Lanzini y Martín Navarro.

Nueva Chicago (0): Agustín Gómez; Leandro Testa, Luciano Precone, Matías Escudero y Darío Arias; Pablo Ruiz, Roberto Bochi, Rodrigo Pepe (72, Fernando Díaz) y Emanuel Tus (85, Lucas Bustos); Ezequiel Petrovelli (59, Eduardo Berón) y Leonardo Carboni. DT: Mario Finarolli.
Suplentes: Daniel Monllor, Ariel Coronel, David Rodríguez y Rubén Ferrer.

Goles: No hubo.
Amonestados: Duarte, Robert y Lillo (P); Precone, Arias, Testa, Ruiz y Díaz (CH).
Arbitro: Gonzalo López Aldazábal.
Asistentes: Osvaldo Marconi y Raúl Tello.
La figura: Juan Manuel Olivares (P).

Comentario:

Con la premisa de sumar de a tres, así se presentaba Chicago frente a este irregular Platense, sabiendo que debía ganar y esperar una derrota de Atlanta para acercarse a la punta.

Pero el partido nunca se armó, solo intenciones hubo en el mismo, porque todo era barullo y desconcierto, lo mejor en el local (lo único) fue Olivares que tomaba la batuta, pero la intrascendencia de Diz y Castano hacía que todo el esfuerzo sea en vano. Mientras que en Chicago fue productivo el debut de Tus desde el arranque pero Ruiz estaba mudo de fútbol y eso repercutía en el desarrollo final de las acciones de ataque. Entre el primer tiempo y el complemento no pudimos encontrar acciones que valieran la pena remarcar, un cabezazo de Duarte con el arco libre fue lo mas claro en el local, mientras que Chicago solo tuvo aproximaciones sin profundidad. Párrafo aparte para el árbitro López Aldazabal, que perdonó una violenta patada de Ruiz sobre Schmidt en donde el volante claramente debió ser expulsado. Como los grandes magos que podemos ver en algún espectáculo, nos ofrecieron nada por allí nada por aquí. Los dos solo pensaran en el reducid, porque jugando de esta forma no van a llegar lejos.

Mariano de Luzuriaga

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