Justo empate

Defensores de Belgrano 1 – Central Córdoba 1
LA SINTESIS
Estadio
: Defensores de Belgrano
Horario: 15 y 30 horas, 24 de octubre de 2009
Público: 1000. Aprox.
Defensores de Belgrano: Raúl Sanzotti; Martín Alberich, Ricardo Villalba, Pedro Bocca; Pablo Batallini, Jonathan Páez, Iván Nadal, Juan Pablo Rocchi; Maximiliano Ceratto; Mauro Conocchiari, Javier Molina. DT: Salvador Daniele. Sup: German Oviedo, Nicolás Tarabini, Rodrigo Platero, Leonardo Luppino.
Central Córdoba: Mario Santilli; Francisco Cruz, Jorge Del Bono, Emiliano Yocco, José Cardenas; Matías Litmanovich, Diego Delmastro, Sergio Moreno, Francisco Martinez; Ezequiel Petrovelli, Germán Real. DT: Tomas Carlovich. Sup: Roberto Lacerre, Cristian Todro, Alan Ciocan, Mariano Calvo.

Arbitro: Fernando Echenique
Líneas: Mauricio Flores y Diego Martinez
Goles: 24’ Litmanovich (CC); 30' Molina (DB)
Cambios: Montatagnoli x Alberich, Marzoratti x Ceratto, Parodi x Conocchiari (DB); Tosso x Litmanovich, Gonzalez x Moreno, Basso x Petrovelli (CC)
Amonestados: Batallini, Montagnoli (DB); Moreno Delmastro (CC)
La Figura: Diego Delmastro
Comentario:

Como narrar un encuentro insípido, por momentos mal jugado, donde hubo excesivos centros y la pelota visitó constantemente el cielo. Dos realidades opuestas se enfrentaron en el Juan Pasquale, el local buscando una victoria para no alejarse de los equipos que están en la cima del torneo, mientras que el charrua buscaba un poco de oxigeno para escapar del fantasma del descenso.

Era de esperar que la visita cediera el campo de juego a los dirigidos por Daniele, mientras que Defensores volcaba sus primeros ataques por izquierda, de la mano de Nadal y Ceratto pero con imprecisiones en los metros finales. El “charrua” estaba bien parado de la mano de un Delmastro impecable a la hora de controlar el mediocampo y los piques de Litmanovich a espaldas de Alberich. Avisó Delmastro con un remate que paso cerca del palo de Sanzotti, cuando el arquero estaba vencido. En la jugada siguiente Alberich casi convierte tras un corner ejecutado por Ceratto. Los volantes de Central Córdoba desnudaban las falencias de la última línea del “dragón”, eso quedó demostrado cuando Martinez eludió a Villalba en el área y su disparo pegó en el palo, ante la pasividad de los defensores rojinegros. Pero el baldazo de agua fría llegó a los veinticuatro minutos cuando Rocchi perdió una pelota en el área y Litmanovich le ganó en el cuerpo a cuerpo al defensor, ajusticiando a Sanzotti que veía como entraba el balón mansamente en su arco. No era una sorpresa superlativa, a pesar de los papeles que exhibían unos y otros antes del cotejo, en la cancha no había una superioridad notoria. Tocado en su amor propio, Defensores sintió el coletazo del gol e intento una rápida recuperación. Seis minutos después, un centro de Rocchi bien bajado por Conocchiari para la entrada de Molina, que con un zapatazo derrotó a Santilli para establecer el uno a uno, justo hasta ese momento. Un plateista optimista nos confió: “ahora lo ganamos con el envión del empate”, craso error porque Delmastro y Moreno impidieron la arremetida local, anulando a Ceratto y Nadal. En el final de la primera parte el equipo de Carlovich casi convierte, cuando Sanzotti tapó dos remates de Delmastro que tenían intención de red. En el amanecer del segundo tiempo Ceratto casi convierte, tras una buena maniobra de Conocchiari. La respuesta llegó de un mano a mano de Delmastro, mostrando su poca vocación ofensiva. Después de esta situación, se murió literalmente el encuentro porque Central Córdoba apostó todas sus fichas a alguna contra milagrosa, mientras que Ceratto uno de los pocos que podía generar algo diferente, salió reemplazado por Parodi. La entrada de Basso en el equipo rosarino dio muestras de que salir ilesos de Capital Federal sería visto con buenos ojos en su lucha por quedarse en la categoría. Defensores solo buscaba la cabeza de Molina y Parodi agotando este recurso. Así los minutos corrieron y Echenique (de muy buena labor) pitó un final tan anunciado que no sorprendió a ninguno de los presentes locales, desecepcionados y angustiados por no poder obtener los tres puntos en su casa.

Mariano de Luzuriaga

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