Un dia de Furios

Platense 1 –Instituto 2
LA SINTESIS
Estadio: Platense
Horario: 19 y 10 horas, 27 de febrero de 2010
Público: 3500 personas Aprox.
Platense: Alejandro Sánchez; Jorge Martínez, Silvio Duarte, Pablo Nieva (30m Leonel Philipauskas), Walter Zunino; Nicolás Torres, Gastón Martina, Pablo Rodríguez (67m Martín Madrid); Brian Robert (Diego Churín); Diego Ceballos y Facundo Melivillo. DT: Alberto Pascutti. Suplentes: Guillermo Hernando, Daniel Fuente, Emiliano Romero, Maximiliano Ortiguera.
Instituto: Julio Chiarini; Augusto Mainguyague (46m Jonathan Gallardo), Iván Furios, Facundo Erpen, Mariano Vergara; Alejandro Gagliardi (61m Gonzalo Díaz), Pablo Monsalvo, Facundo Agustinoy, Ezequiel Lázaro; Silvio Romero, Ramón Abila (50m Lucas Godoy). DT: Marcelo Bonetto. Suplentes: Rodrigo Cervetti, Jonathan Gallardo, Sergio Zanabria, Federico García, Lucas Godoy, Gonzalo Díaz, Eial Strahman
Arbitro: Mauro Giannini
Líneas: Dulio Montero y Alejandro Massa
Goles: 50m Leonel Philipauskas (P), 69m Iván Furios (I), 72m Ezequiel Lazzaro de penal (I)
Amonestados:23m Pablo Nieva (P), 33m Augusto Mainguyague (I), 35m Ezequiel Lazzaro (I), 47m Mariano Vergara(I), 49m Jonathan Gallardo (I),53m Gastón Martina (P), 71m Silvio Duarte (P), 73m Braian Robert (P), 84m Facundo Erpen (I), 88m Lucas Godoy (I), 93m Gonzalo Díaz (I).
Expulsados: 76m Gastón Martina (P) por doble amonestación.
La Figura: Iván Furios (I)
Comentario:
El final tumultuoso con un Marcelo Bonetto irresponsable y desafiante, sumado a la pésima tarde de Gianini, fueron los condimentos de una tarde noche que padeció estos males sin previo aviso.
En el medio de todo esto, hubo un partido de fútbol, con necesidades diametralmente opuestas. Platense pugnaba por salir de la zona de descenso, mientras que el remendado Instituto buscaba alcanzar la cima en la tabla de posiciones, pero con un ojo en el clásico del próximo sábado, cuando reciba a Belgrano. Apoyado por un gran público y con el debut del sistema lumínico, el local comprendió que los caminos se abrirían por el sector de Mainguyague (salió apenas comenzó el complemento), que tenía serios problemas en la marca. Por eso tanto Rodríguez como Robert comandaron los ataques hacia esa zona. Instituto carecía de peso ofensivo, pero era muy prolijo, sin desordenarse buscaba que Chiarini tuviera una jornada tranquila. La primera media hora fue un espanto, porque el conformismo de Instituto sumado a la impericia de los de Vicente López, hicieron un fiasco de encuentro. Pero Melivillo Erro un gol insólito cuando quedo cara a cara con el arquero cordobés, su cabezazo fue débil y fácil de controlar. Se sintió la ausencia de Scatolaro en el medio, porque Martina no encontraba su posición en la cancha y Torres debía esforzarse demasiado. Sobre el cierre del primer tiempo Ceballos pudo convertir, pero su remate pasó lejos. Muy pobre la primera parte, pero pocos sospechaban que los segundos cuarenta y cinco minutos serían relevantes. A los seis minutos del complemento el ingresado Philipauskas (Nieva salió por una lesión en la rodilla), robó una pelota en su área avanzando por la mitad de la cancha, luego cedió para Melivillo, que con un gran pase le puso la pelota a Philipauskas que remató fuerte venciendo la resistencia del portero visitante y estableciendo el uno a cero. Delirio de la parcialidad “calamar” porque veía que alcanzaba a la CAI en la tabla de los promedios. Instituto no tenía ideas para acceder al empate porque no encontraba el juego ni socios para la creación, todo estaba dado para una victoria por la cual el equipo local había hecho meritos. Pero en una jugada totalmente aislada, y luego de un tiro libre bien ejecutado por Lazzaro, encontró la cabeza de Furios que con un potente frentazo ponía el partido nuevamente en empate. Injusticia total, porque era la primer llegada del conjunto cordobés, aunque el fútbol no entiende de justicias o merecimientos. Platense sintió el impacto, pero no podía salir de su asombro y por eso bajo el rendimiento. Cuando Pascutti pensaba que cambios introducir luego de la paridad, llegó un centro en el área de Sánchez, que pegó casualmente en la mano de Duarte y Gianini señalaba el penal que solo el vió. La pena máxima la convirtió Lazzaro con un remate potente y esquinado. Todo era desolación en el local, nadie entendía nada y para poner un poco mas de suspenso, el arbitro Giannini empezó a repartir tarjetas como si fuese el dia del amigo (once amarillas en total), una de ellas fue la roja a Martina. Luego Romero se lo perdió dos veces de contra y Furios sostuvo la victoria. Fue final con la victoria de Instituto y cuando un puñado de jugadores de “La Gloria” festejaba, apareció el entrenador visitante en la salida al vestuario agrediendo a la platea de Platense y peleándose con todo el mundo, generando un hecho de violencia que quedó impune y cuando todos los cronistas allí presentes le preguntamos sobre lo ocurrido, se comportó en forma maleducada y prepotente. Solo resta decir que ganó Instituto sin merecerlo y Platense aún tiene tiempo de revertir esta situación angustiante.
Mariano de Luzuriaga

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