Negro el 17



Nueva Chicago 1 G. Brown (Madryn, Chubut) 0
LA SINTESIS:
Estadio: Nueva Chicago
Horario: 15:30 hs.
Fecha: 16 de abril de 2016
Público: 7000 personas aproximadamente.

Nueva Chicago: Alan Minaglia; Gonzalo Vivas, Matías Valdez, Rodrigo Espíndola y Tomás Paschetta; Matías Vera, Axel Juárez y Federico Fattori; Nicolás Giménez, Claudio Guerra y Christian Gómez. DT: Alejandro Nanía.
Suplentes: Ramiro Martínez, Adrián González, Juan Monteagudo y Norberto Palmieri.
Cambios: ‘59m Alejandro Aranda por Guerra, ‘66m Lucas Baldunciel por Vera y ’75 Alejandro Melo por Gómez

Guillermo Brown: Emanuel Bilbao; Alejandro Manchot, Martín Bonjour, Tobías Albarracín y Alan Moreno; Leonardo Marinucci, Guillermo Firpo, Sergio Sánchez y Leonel Torres; Luciano Nieto y Tobías Figueroa. DT: Ricardo Pancaldo.
Suplentes: Pablo Bangardino, Marcos Rilo, Claudio Mosca yMateo Acosta.
Cambios: ‘71m Leandro Guzmán por Torres, ‘76m Gabriel Solís por Firpo y ’82 Mauro Fernández por Marinucci.

Goles: ‘90m Baldunciel (CH)
Amonestados: Paschetta y Vivas (CH); Figueroa (GB)
Arbitro: Ramiro López.
Asistente 1: Alejandro Mazza; Asistente 2: Maximiliano castelli.
4to Arbitro: Juan pafundi
Incidencias: no hubo
La Figura: Sergio Sánchez (GB)
Comentario:  
La jornada había sido esquiva y salvo en dos mementos en que pudo juntar algunas fichas, Chicago se tocaba el bolsillo y si seguía de pie era porque el croupier (Brown de Madryn) no se animó a voltearlo. La noche se había hecho larga, empezó jugando de una manera y luego, cerca del final, cambió la estrategia aunque parecía tarde: solo contaba con una ficha que tiró como con desprecio. ¡Negro el 17! gritaron. Apretó los puños, gritó fuerte porque le salió el tiro del final y se festejó como se hace con las cosas que cuestan y tal vez no se merecen.

Sergio Sánchez fue quien se sintió más cómodo en el partido y manejó los hilos de su equipo y del partido porque tuvo una participación estelar en Marinucci –aprovechó que nadie lo seguía por el carril para jugarle mano a mano a Paschetta, ganarle varias veces e inquietar a un atento Minaglia-, Moreno y Torres que hacían lo propio por la izquierda. Juárez intentó hacer de conductor en Chicago pero la pelota pasó mucho más tiempo en los pies de Espíndola -todos pelotazos a dividir- que en los del “5”, de Giménez o de Gomito. La salida era lenta y previsible sin que pudieran inquietar a la visita que se asentaba en el terreno, dejaba atrás la timidez y amenazaba con llevarse todo. De ese primer tiempo quedaron en la libreta de anotaciones un cabezazo del grandote Figueroa -se fue por poco- y un remate de Nico para Chicago que encontró bien parado a Bilbao.

Lo mejor de Chicago estuvo en los primeros minutos del complemento cuando Fattori terminó una buena jugada colectiva y el arquero sureño la desvió al corner; en la siguiente Gómez dejó a Guerra solo frente a Bilbao y le dio fuerte y alto, muy alto, para perderse una gran ocasión.
Esas llegadas no pudieron ocultar el ADN del equipo de Nanía preocupado en que no lo sorprenda mal parados y para eso ubicaba a siete, ocho jugadores por delante de la línea de la pelota. La obligación que le otorga a los equipos locales la búsqueda de los tres puntos en juego, moría ante el convencimiento de mantener el cero en el arco propio.

Marinucci que ya había tenido dos mano a mano con Minaglia, no pudo otra vez con el golero Verdinegro y en otras dos tiró los centros en que Figueroa primero y Manchot después se perdieron la apertura del marcador casi debajo del arco.

Entró Baldunciel por Vera -lo ubicaron abierto por derecha, no sintió la posición y terminó afuera- y más tarde Melo por Gómez; la idea fue abrirle la cancha, que la visita no se sintiera tan cómodo por afuera a la vez que Brown empezó a mostrar señales de cansancio y los cambios fueron con la idea de cerrar el partido y llevarse un punto para su tierra que frenara las tres caídas consecutivas como visitante.

Melo encaró por izquierda y todo lo bueno que Moreno mostró en la proyección sobre el lateral, fue lo opuesto en la marca. El Loco llegó al fondo y sacó un centro rasante que Baldunciel empujó al gol. Chicago se aferró a la victoria que llegó sin merecerlo, pero en el fútbol nos merecimientos valen de poco y todo se habla y se puede corregir más fácil con los puntos en el bolsillo.
Reportó: Julio Cordara


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